Altas temperaturas, deshidratación, cansancio,y la angustia por no encontrar su casa, pudieron causar la muerte de Iván Jesús, el niño wayuú que había desaparecido en la Alta Guajira

Iván Jesús Uriana, un niño de tres años de edad fue encontrado sin vida en un paraje de la Alta Guajira, en jurisdicción de Bahía Honda, en Uribia.
Al parecer el menor que tenía dos días desaparecido, se desorientó y fue afectado por el sol, las altas temperaturas, la sed, el hambre y el cansancio, lo que produjo su deceso.
Iván Jesús desapareció en la mañana de este sábado 1° de noviembre, cuando sus hermanos salieron de la casa a jugar en los alrededores de la misma. Él se fue detrás, pero los hermanos no se dieron cuenta, y siguieron su camino hasta llegar a una casa deshabitada a donde acostumbraban jugar al escondido.

El niño se desorientó tomando otro camino y no pudo encontrar su vivienda ni a su familia.
Según el relato de allegados a la familia, hacia las 10:00 a.m. del mismo sábado la mamá de Iván, cuando los niños regresaron a la vivienda les pregunta por su hermano menor y estos le respondieron que no sabían, que no lo habían visto.
La mujer, que estaba haciendo sus labores del hogar, dejó todo a un lado y emprendió la búsqueda por todo el sector. A esa búsqueda se unieron familiares y amigos, además del apoyo que recibieron de habitantes de las comunidades vecinas, ya que en esta zona no hay organismos de socorro, y la Estación de Polcía está bastante distante.
Por más de 40 horas buscaron en moto, en carro y a pie. Los padres de Iván Jesús estaban desesperados y angustiados, hasta la mañana de este lunes que lo encontraron en medio de unas piedras en el cerro Jirrigitpana.
De inmediato el cuerpo sin vida fue revisado por su familia y este no presentó ningún signo de violencia, solo su piel había cambiado de color por efectos del sol.
Iván Jesús estaba deshidratado, debió sentir mucha hambre y cansancio. El sitio donde fue encontrado está retirado de la comunidad Piauriarao, donde residía.
Iván Jesús Uriana, pertenecía al programa de Pilotaje del ICBF, era miembro de una familia compuesta por sus padres y ocho hijos, en un hogar estable, donde recibía el amor y la atención de sus mayores.
Tanto su papá como su mamá son indígenas wayuú, él se dedica a la agricultura y ella es artesana. Ambos lloran hoy la ausencia de Iván, quien se desorientó en medio de un juego y terminó perdiendo la vida.
Este caso ha causado consternación en el departamento de La Guajira, despertando la solidaridad de sus habitantes para con la familia Uriana en Bahía Honda.
El velorio del niño se lleva a cabo en la casa que habitaba con sus padres y hermanos; y será sepultado mañana martes en el cementerio familiar.
